lunes, 15 de julio de 2013

Udaipur (el fin del mundo)

Dìa 9-10

Después de haber pasado la noche en Jodhpur en la suite de nuestro Haveli, sorprendentemente hemos encontrado el desayuno más occidental de todo el viaje, hasta había pancakes... Con diferencia el sitio donde más nos hemos sentido más cerca de nuestro querido occidente.

Hoy hay muchas cosas que contar, esta entrada resume el viaje de 6 horas hasta Udaipur y lo que hemos visitado hasta que se acabó el mundo a pocos metros del lago Pichola.

Como el viaje era muy largo, hemos decidido pararnos a echar un rezaito que viene siempre bien... Lo que pasa es que nos hemos parado en un lugar de culto algo peculiar, de expediente x total.
Se trata de un pequeño templo que ha sido construido para honorar la memoria de un hombre que murió en un accidente de moto, pues al parecer la moto por si sola se levantó y se magitransportó hacia el lugar donde aun se conserva, a partir de este momento mi espiritualidad que se estaba elevando se ha metido un piñazo considerable, aquí va una foto del templo de la moto mágica:

                                    

En la zona sagrada hemos causado revuelo, aquí no se ven muchos blancuchos, ni muchos menos dos blancuchos armados de cámara que al instante muestra el resultado artístico de sus fotos, pues caos total, la gente pasaba de la moto y quería fotos para verse y para mofarse con los colegas que no tenían ni una...en la foto se puede notar el templo vacío y Carmela acosada por las fotografiadas:

                                       

Una vez en el coche hemos tenido que pasar por algo que ya encontramos en Mandawa: un peaje.
Como a nuestro huésped de honor le está saliendo todo por la cara, a mayoría absoluta hemos decidido que pollo tenía que colaborar, por eso se ha encargado de pagar el peaje. En este momento he entendido que hay unos indios que siempre cumplirán con su deber por muy raro que sea el pagador, ni ha pestañeado!! Un conductor le pasa el dinero en un pollo de goma y el tío ni se inmuta... Todo es posible en India!

                                      

En la carretera hemos vuelto a encontrarnos con muchos animales, aquí la fauna se hace más grande, las vacas se hacen bufalas y las vacamellas se transforman en supervacas con supercuernos:

                                     

                                     

Tras un par de horas de viaje nos hemos parado en un aldea, probablemente es de lo que más nos gusta visitar, la gente no está acostumbrada a los turistas y a los occidentales y a los 5 minutos de nuestra llegada se arma la mundial, todo el mundo mirándonos y espiando que fotografiamos hasta que un tío te dice que le hagas una foto y todo el pueblo quiere una, de todas las que hemos hecho he elegido la de un abuelo con su nieta, la niña tiene los ojos pintados de negro contra el mal de ojo, aquí la vacunación occidental es pura mariconada:

                                  

Momento frikis: en medio de la selva India hemos encontrado un sitio para comer y sentirnos como en casa, cansados de la indianidad cotidiana nos hemos refugiados en este sitio:

                                   

Comida casera, restaurante con ambiente familiar, el señor Manolo:  aconsejo el Aloo (patatas con tomates picantes) y el Naan (pan indio) porqué aquí no hay ni jabugo ni croquetas, ni ningún otro plato vagamente español, aquì hay cocina India de toda la vida con un guiño al cliente español, nosotros en realidad sabíamos toda la historia pero nos hemos querido parar igualmente. Igual Manolo es el cocinero y es español porqué la comida no es de las mejores que hemos probado.

Lo mejor de Casa Manolo es esta estampa: Pollo y Arvind (la verdad es que nos reímos mucho con el y se presta a nuestra frikadas), los hemos dejado un momento y como hermanos, hasta descansan juntos. Arvind es muy buen conductor y con sus bromas nos entretiene mucho durante el viaje, Nary me dijo que es su mejor conductor y es verdad.

                                  

Udaipur es muy bontia y muy romantica, hemos visitado el palacio del Maraha, que casualmente tiene el mismo nombre y apellido de nuestro conductor, es precioso y nos ha encantado es de lo más precioso que hemos visto. La ciudad es de las más occidentalizadas que hemos visitao, una maravilla!!

         

         

                                     

La imagen idílica de la ciudad se ha desintegrado con la lluvia torrencial que nos ha sorprendido en medio del palacio, la situación en la ciudad nos ha aconsejado volver al hotel, pero hasta esto es divertido y te da ocasiones de hacer fotos, en 30 minutos el centro de la ciudad estaba inundado y el agua casi llega a las tiendas, si te lo tomas de la mejor forma posible hasta esto tiene su encanto:

                                     

Ya que el tiempo no acompañaba mucho, esta tarde hemos decido salir sin cámaras, hemos estado por el centro de la ciudad, hemos visitad el templo de Krishna y tomando un chai... Lo típico da la vuelta a una esquina y casi te pisa un elefante!!! cuando te pasan estas cosas piensas que India es unpaís  que hay que visitar una vez en la vida...

Luego hemos estado en los gaths donde hemos visto unas mujeres limpiando la ropa en la misma agua del lago Pichola, unos niños pescando, otro bañandose y una mujer mayor bañandose literalmente en bolas! La noche se ha concluido regateando por dos horas en 4 bazares sin comprar nada, cenando pasta en un restaurante italiano el Savage Garden gestionado por un alemán y cogiendo nuestro primer tuc-tuc, una experiencia que deberíamos haber hecho antes, una de las más peligrosas pero de las más divertidas.

Boletín medico: hemos abandonado el lado oscuro, hay todavía esperanza para este mundo.


 
  
 



  

 


   



1 comentario:

  1. Al fin os toca un poco de lluvia! no os podéis quejar con el tiempo.
    Me alegro que el Lassi diese buenos resultados.
    Me encantan las fotos y comentarios.
    Saludos
    Elena (Arg)

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