El tren II (anécdotas para amigos y familiares)

 Buenos días a todos,

Nos acabamos de despertar en el tren y seguimos vivos, algo doloridos porqué el confort de las literas es algo discutible, pero bueno hemos dormido nuestras 8 horas sin muchas complicaciones. Aquí ahora mismo son las 8,14 de la mañana, en el ambiente suena pura música hindi de un pasajero que ha decidido que esto había que amenizarlo, nos está deleitando con música de los años 60 y 70, más que un tren parece una maquina del tiempo...

                                     

  

Los compañeros que nos han tocado son 2 roncadores profesionales, el primero de un peso aproximado de 140kg es el actual campeón de roncada libre categoria moto sierra, como dice Carmela te daba gana de asfixiarlo con una de estas almohadas amarillas (ya no se sabe su color original). 

El tío moto sierra tiene que tener mucha suerte, iba más sobado que una vaca India cuando a las 4 de la mañana aproximadamente, de repente se despierta medio atontado, quita la mugricortina y se da cuenta que ha llegado a su destino... Le da algo que es comparable a un infarto y empieza a sacar sus pertenencias, una maleta y 8 bolsitas de plástico y se echa a correr desesperado... Igual no era exactamente su parada...

El otro es otro profesional aunque se esta todavía entrenando para los próximos juegos olìmpicos, su peso es de unos 100kg y tiene mucho talento, tienes unos muy buenos agudos que son comparable al del campeón, aunque su especialidad es el eructo libre. El también ha decidido que los occidentales tienen que despertarse de buena hora y su móvil a las 7,10 nos ha recordado que amanece un nuevo día:

                           

En el tren hay humanidad variada, muchos indios, algún turista y dos tipos de water el occidental y el indio. Yo como buen occidental prefiero el indio, es decir un agujero en el suelo y una peana para apoyarte, el occidental es una guarrería ya que no lo lava nadie, yo creo que los indios se creen que nos sentaremos aunque el water esté en condiciones penosas y por eso no lo limpian... De todas formas he visto aseos españoles un sábado por la noche en condiciones bien peores. 

Los pasillos parecen un campamento, las cortinas rojizas convierten el tren en un gran camping:

                                    

En fin ya estamos en la estación de Varanasi y Carmela me dice que sorprendentemente se siente descansada, yo creo que es la acumulación de cansancio que hace que diga tonterías...yo he dormido aunque me he despertado como un millón de veces, el tren al final ha sido una aventura y por  lo menos por mi una buena experiencia, una de tantas anécdotas que contar a nuestros amigos.

P.D. Las mantas que te dan para taparte dan mucha pero que mucha grima, le dije un par de veces al azafato (aquí todos los trabajos o casi los desempeñan hombres) del tren que me la retirara pero no hubo forma, al final la tiré al suelo con lo pié como el que no quiere la cosa y a los 5 minutos había otro  propietario para la manta abandonada.